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Lunes. Sueño. Unga, unga.
El caso es que estoy en mi puesto laboral, no demasiado atareado, esperando la tormenta que empezará esta tarde y culminará mañana. Y como tengo sueño, voy a por una cocacola a la máquina, y la dejo en la mesa para que se le pase un poco el frío.
Total, que me despisto. Hablo con un par de compis acerca de un par de asuntos, y vuelvo a mi sitio. Y, como quien no quiere la cosa, cojo lo primero que tengo a mano en la mesa y me pongo a agitarlo. Es la lata. Joder.
Esta situación tan estúpida, en este ambiente de tensión, en esta delicada tesitura, abre un universo fractal de posibilidades para quien esté dispuesto a asumir riesgos. Tengo en mis manos una patata caliente en forma de cilindro metálico y rojo. Como un cartucho de dinamita, pero con más cafeína.
Podría, por ejemplo, usar la técnica del jefazo y endosarle el marrón a algún incauto. Tan simple, tan magistral. Sin embargo, lo más probable es que el incauto me pague con la misma moneda, o directamente me dé un par de hostias. Salvo que el incauto sea un subordinado. No es el caso. Ser un pringado tiene sus inconvenientes. Además, los incautos que tengo cerca me caen bien.
Quizá sería buena idea hacer como hacen en las grandes empresas. No hacer preguntas y seguir agitando el marrón (líquido) hasta que explote. Entonces todo el mundo quedará salpicado del marrón, buscarán responsables, y me encontrarán a mí. No es buena solución. Hay que ser proactivo e intentar solucionar los problemas cuando se detectan.
Otra posibilidad sería hacer uso del marrón, y usarlo contra el otro marrón. Hala, dos marrones menos. Aunque probablemente supusiera pasarme un par de años a la sombra, por sabotaje. Hum, esto de decidir no es tan fácil.
También podría llevarme el marrón a casa. De este modo, quizá se apaciguaría un poco, pero podría reventar allí. Hala, mi vida personal y familiar totalmente desconciliada. Ni de coña.
¿Y si pagase a otro para que asumiese el marrón? Mmmm... nop. Me iba a costar caro. Como varias veces el precio original del marrón.
Supongo que al final me tocará apechugar y tragarme el marrón... En fin, por lo menos, este marrón me lo he buscado yo solito. No como todos los demás...
Esto de la toma de decisiones estratégicas no es nada fácil...
Actualización: Me he tenido que ir a una reunión, y mientras tanto he dejado aquí la cocacola, esperando que el marrón estuviera más apacigüado al llegar. Mis compis han aprovechado la ausencia para remover más la cocacola. Cabrones telépatas...
La era de las cocacolas explosivas acaba de comenzar... (Josdepúta...)
Besitos...
El caso es que estoy en mi puesto laboral, no demasiado atareado, esperando la tormenta que empezará esta tarde y culminará mañana. Y como tengo sueño, voy a por una cocacola a la máquina, y la dejo en la mesa para que se le pase un poco el frío.
Total, que me despisto. Hablo con un par de compis acerca de un par de asuntos, y vuelvo a mi sitio. Y, como quien no quiere la cosa, cojo lo primero que tengo a mano en la mesa y me pongo a agitarlo. Es la lata. Joder.
Esta situación tan estúpida, en este ambiente de tensión, en esta delicada tesitura, abre un universo fractal de posibilidades para quien esté dispuesto a asumir riesgos. Tengo en mis manos una patata caliente en forma de cilindro metálico y rojo. Como un cartucho de dinamita, pero con más cafeína.
Podría, por ejemplo, usar la técnica del jefazo y endosarle el marrón a algún incauto. Tan simple, tan magistral. Sin embargo, lo más probable es que el incauto me pague con la misma moneda, o directamente me dé un par de hostias. Salvo que el incauto sea un subordinado. No es el caso. Ser un pringado tiene sus inconvenientes. Además, los incautos que tengo cerca me caen bien.
Quizá sería buena idea hacer como hacen en las grandes empresas. No hacer preguntas y seguir agitando el marrón (líquido) hasta que explote. Entonces todo el mundo quedará salpicado del marrón, buscarán responsables, y me encontrarán a mí. No es buena solución. Hay que ser proactivo e intentar solucionar los problemas cuando se detectan.
Otra posibilidad sería hacer uso del marrón, y usarlo contra el otro marrón. Hala, dos marrones menos. Aunque probablemente supusiera pasarme un par de años a la sombra, por sabotaje. Hum, esto de decidir no es tan fácil.
También podría llevarme el marrón a casa. De este modo, quizá se apaciguaría un poco, pero podría reventar allí. Hala, mi vida personal y familiar totalmente desconciliada. Ni de coña.
¿Y si pagase a otro para que asumiese el marrón? Mmmm... nop. Me iba a costar caro. Como varias veces el precio original del marrón.
Supongo que al final me tocará apechugar y tragarme el marrón... En fin, por lo menos, este marrón me lo he buscado yo solito. No como todos los demás...
Esto de la toma de decisiones estratégicas no es nada fácil...
Actualización: Me he tenido que ir a una reunión, y mientras tanto he dejado aquí la cocacola, esperando que el marrón estuviera más apacigüado al llegar. Mis compis han aprovechado la ausencia para remover más la cocacola. Cabrones telépatas...
La era de las cocacolas explosivas acaba de comenzar... (Josdepúta...)
Besitos...
Etiquetas: cosas que pasan, en ocasiones esnifo colacao, mis compis me quieren (matar), pamplinas
8 Comentarios:
El 2/11/2008 3:01 p. m., se hizo el silencio, y la que no encuentra su sitio profirió…
X'D
Qué compañeros más majos... La próxima vez, quitas la anilla como si fuera una granada y... ¡lanza! :P
El 2/12/2008 8:25 a. m., se hizo el silencio, y Anónimo profirió…
Total, que al final han sacado la Brown-Cola, ¿no? O algo... :-S
El 2/12/2008 8:53 a. m., se hizo el silencio, y El Mario profirió…
Ahem... Pero... ¿La cocacola no ha sido siempre... marrón?
El 2/13/2008 10:16 a. m., se hizo el silencio, y Anónimo profirió…
Depende, si tienes un cromosoma XX lo de marrón es una vulgaridad.
Sería o bien Pantone 1545 CS (por ejemplo), o si no alguna cosa imposible de definir e improcesable para la mente de un XY, como "marrón cuero" o "negro veneciano".
Aaay alma de cantarus...
El 2/14/2008 4:02 p. m., se hizo el silencio, y El Mario profirió…
Alma cantari.
Lo de "marrón cuero" me da que pensar. A lo mejor no es que ellas vean más colores, es sólo que se les ocurren menos materiales para definirlos. Anda que no habrá tipos de cuero distintos...
El 2/14/2008 4:06 p. m., se hizo el silencio, y El Mario profirió…
De hecho, yo veo millones de colores, y sé ubicarlos. Pero muchas veces es el nombre lo que me hace dudar, porque yo he visto cosas con ese nombre y distintas tonalidades.
¿Tengo cromosomas XX?
El 2/19/2008 11:55 a. m., se hizo el silencio, y Ricardo profirió…
CUENTANOS EL CHISTE DEL MINERO, QUE ME HAN DICHO QUE ES LA HOSTIA!!!!
El 2/19/2008 12:35 p. m., se hizo el silencio, y El Mario profirió…
No es el chiste del minero, pero para que te hagas una idea de su efecto:
Wenn ist das Nunstück git und Slotermeyer? Ja! ... Beiherhund das Oder die Flipperwaldt gersput.
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