Primeras impresiones...

Es curioso la cantidad de gente que a lo largo de mi vida me han repetido: "Pues cuando te conocimos por primera vez nos caíste fatal". El caso es que es una constante. Me lo han dicho durante años, gente de todos los pelos, en casi todos los sitios por donde he pasado.

La verdad es que no tengo ni idea de por qué me ocurre. Supongo que lo de ser uno mismo no termina de funcionar. Y yo me rijo mucho por mi estado de ánimo. Naturalidad, supongo. Es curioso lo que te dicen siempre, tus padres, tus amigos... "Sé natural, y verás cómo les caes bien." Pues no sé yo. A mí no me acaba de dar resultado...

A veces es por graciosillo. Que si pensábamos que eras un payaso, que si contaste un par de chistes absurdos que nadie entendió... Otras veces es por callado. Que si no dijiste casi nada en toda la noche, que si parecía que no te lo estabas pasando bien, que si pensamos que eras un aburrido.

Luego, normalmente, no es para tanto. Al fin y al cabo, no soy tan mal bicho, y todo es un momento.

Supongo que lo que sucede es que soy bastante tímido, aunque no lo parezca. Hablo mucho, sí, pero muchas veces sé que recurro al humor quizá para no implicarme demasiado. O para no mostrar mucho de mí mismo. Y si no estoy de humor, pues simplemente no hablo. Pero ésa es mi naturalidad, y pretender que sea de otra forma es como enhebrar agujas con chistorras...

Es gracioso. La gente, cuando te dice que seas natural, asume que su naturalidad es algo innato en cada individuo. Que quizá ese punto de equilibrio, de comodidad, es el mismo para todo el mundo, y que el sentido del humor es algo que funciona igual en todas las personas. Y se equivocan. Mucho.

De todos modos, tengo mucha suerte. Tengo ese filtro natural de amistades. No todo el mundo vuelve a por una segunda juerga. Pero sé que los que vuelven, son mi gente de verdad.

Os quiero, peña.

Besitos