Tengo miedito...

Es un día por la mañana, (bueno, ahora mismo no mucho...) y me levanto. Mierda, acabo de tener una pesadilla rara. Un tío feo me perseguía pidiéndome un euro (€), y me insistía, y me daba collejas. Y yo no le quería dar el euro (€), y el tío me daba más y más collejas, y al final le daba el euro (€) y el tío cogía y se levantaba la tapa de los sesos y se ponía el euro (€) en la rajita que hay entre los dos hemisferios cerebrales y se volvía a poner la tapa de los sesos y se iba tan feliz a darle collejas a otro. O sea, un sueño normal.

Bueno, va, me levanto. He dormido poco y mal. Tengo miedo de que la falta de sueño me cause alguna enfermedad, qué se yo, cáncer, o enanismo, o lo que es peor, alopecia. Total, que me meto en la ducha, que luego huelo mal, y me doy con mi gel Sanex (el gel de los linuxeros) y me froto bien bien todo. Me froto hasta el bolsón.

Bajo luego a la cocina y me preparo un desayuno sano. O sea, como voy cagando leches, pues un yogur o algo así que se pueda beber de un trago. Y salgo a la calle con cuidadito, no vaya a ser que me deje las llaves dentro de casa, y no pueda volver y tenga que vivir como un sin techo. La de gente sin techo que habrá por ahí que se habrán quedado así por haberse olvidado las llaves de su casa dentro...

Voy bajando hasta el bus, y las palomas me observan. Algún día me atacarán y no podré defenderme. Y hoy, que ni llueve ni nada, podría ser especialmente dramático, porque no llevo paraguas para poderme refugiar.

Al cabo de un rato, llego a la estación de bus y bajo las escaleras. Hoy los repartidores de periódicos han estado finos. No me refiero a esos que se ponen a la entrada a dárselos a la gente, sino a los otros repartidores. Sí, esos que, tras haber leído el chiste, lo tiran en las escaleras para mirar agazapados tras la esquina cómo alguien se resbala por los escalones y se parte la crisma gracias a su periódico abandonado. Si es que son unos cachondos.

Bueno, ya estoy en el trabajo. Me pillo un donut (frío) de la máquina. Es lo que tienen las máquinas expendedoras. Algún día esta dieta me va a matar. No sé si de colesterol o de resfriado, pero está claro que me va a matar la dieta. Si es lo que yo digo, que no es bueno desayunar donuts, ni tampoco cenar bocadillos de ketchup.

Ahora curro. Estoy currando, currando estoy. Estoy currando, currando estoy. Y no me concentro. Mierda. Estoy currando, currando estoy. Es lo que tiene dormir pensando que un tío te da pellizcos para que le des un euro (€). Estoy currando, currando estoy. Me da pánico pensar que en una de estas me despiden por disperso. Estoy currando, currando estoy. Me voy a comer, currando estoy.

Otra vez una decisión difícil. Debería coger ensalada, pero no sé si estos gusanos son sanos. Son gu-sanos, así que los cojo. Al fin y al cabo, será mejor que comer pasta. Me trae recuerdos del tío del euro (€)...

Bueno, otra vez estoy currando, currando estoy. Esta postura en la silla seguro que no es buena. Verás la espalda. Y encima otra vez no me he bebido mis dos litros de agua (del grifo)... Estoy currando, currando estoy. Y en M-80, la única radio con nombre de carretera, ya han puesto quince canciones de la Oreja de Van Gogh. Si es que son macabros, entre la música que hacen y el nombre que se cogieron... Sadismo subliminal... Estoy currando, currando estoy.

Bueno, me voy a casita. Me cojo el bus, otra vez a la estación, y a casita. Y me llama un colega para echar birras. Verás el hígado. Si es que uno ya no es un chaval. Bueno, me echo una. Estoy currando, currando est... que no, que tengo que aprender a desconectar.

Total, que me voy a la cama. Y si me he pasado el día acojonado, más acojonado estoy ahora. A ver si viene el tío del euro (€), espero que no me suba ahora el IPC.

Besitos...