Una jartá de pamplinas...

Si us plau...

miércoles, marzo 01, 2006

Un tipo inadaptado...

Llevo durmiendo más o menos desde las siete de la tarde de ayer. Me lo pedía el cuerpo. Hay días que acabo con la mente fatigada, como si algo, o alguien, me robase la energía y no pudiera hacer más que tener pensamientos oscuros. Supongo que le estaré dando demasiadas vueltas a algo en mi cabeza, y creo que sé lo que es.

A veces me pasan cosas, aparentemente neutrales, que luego me afectan más de lo que deberían. Por ejemplo, el sábado. Estuvimos en una discoteca, de esas que definitivamente no me gustan. De entrada, la anécdota, me solicitaron, amablemente, sí, pero de forma ciertamente autoritaria, que dejase mi chaqueta en el guardarropa. No es un ruego, es una orden, más o menos en plan: "Por favor, señor, ¿me enseña su documentación?"... Realmente es lo que menos necesitas cuando vas a pasarlo bien, que el dueño anónimo del antro donde esperas pasar unas horas relajadamente fije su ojo en tí, te señale como el paria, el marginado, y te imponga el cómo tienes que ser mientras estés en sus posesiones.

Y luego la absoluta falta de referencias. Ja, siempre me lo dicen. Luego no hago nada malo, ni doy la nota, ni me meto con la gente. Simplemente cierro los ojos, y bailo. Si me gusta más la música, bailo feliz. Si no, pues termino por agobiarme, pero sigo bailando más o menos mientras mi ánimo me lo permite. Y entre tanto, si abro los ojos y alguna chica me sonríe, pues me puedo considerar afortunado.

Sí, parece que no, pero siempre me lo dicen. Que si no me lo estoy pasando bien, que si no me gusta ninguna chica de la discoteca, que a mí lo que me hace falta es echar un buen polvo... Referencias, eso me falta. Supongo que al fin y al cabo, no sé cómo comportarme en estas situaciones. Está claro que en estos sitios no se habla. O se habla de trivialidades, mezcladas con bastante alcohol barato (cobrado a precio de oro, eso sí), mezclado con cafeína en el mejor de los casos, con la *única* idea en mente...

Lo que más me fastidia es que al final todo se traduce en que no respondo a las expectativas de nadie. Por un lado no busco ligoteo, así que los colegas piensan que algo malo me pasa y que estoy a disgusto. Por otro, como no busco ligoteo, las chicas piensan que soy raro, o gay, o que estoy loco...

Ciertamente hay gente que, precisamente porque no respondo a éstas sus expectativas, llegan incluso a dejarme de hablar... Amigos que piensan que les he fastidiado la noche (porque supongo que a toda tía le echa para atrás un tío que cuenta entre sus amistades con un tarado pasmarote), muchas muchas chicas (que sí, que yo os quiero, pero de otro modo, no seáis tan crueles conmigo...) e incluso el dueño de la discoteca (oye, es mi chaqueta y me gusta...)

Qué le vamos a hacer... Por lo menos el sábado la calle estaba nevada y pude darle un par de pelotazos a alguien... :)

Besitos