Turismo interior...
Es verano. Mis vacaciones estivales van tocando a su fin, y el lunes tendré que volver a la rutina. Y no puedo evitar pensar en cómo han resultado las cosas.
En otras ocasiones he aprovechado las vacaciones para viajar, para dar una vuelta por el mundo y disfrutar de las cosas que no he visto, para conocer gente nueva y para salir un poco de ese personaje que represento en el día a día, anclado en un vaivén cotidiano más o menos conocido, acomodado en la tranquilidad de lo previsible.
Este verano el viaje ha sido interior. En la tranquilidad de mi descanso, en la ociosidad de las horas muertas, las sensaciones que se asomaban a mi consciencia han terminado por poseerla. Y poco a poco la elaborada química que nos hace creer que somos los hijos de un Dios ha ido fluyendo por mi sangre, desgranando un arcoiris emotivo. Y mi corazón ha latido más rápido que nunca, a veces afligido, a veces emocionado. Y luego ha reducido su paso hasta un suave trote, y me he quedado en paz. Y mis sentimientos han dado un vuelco, y se han mezclado, y se han reordenado en un nuevo estado de equilibrio interior.
Y me siento distinto.
Besitos.
En otras ocasiones he aprovechado las vacaciones para viajar, para dar una vuelta por el mundo y disfrutar de las cosas que no he visto, para conocer gente nueva y para salir un poco de ese personaje que represento en el día a día, anclado en un vaivén cotidiano más o menos conocido, acomodado en la tranquilidad de lo previsible.
Este verano el viaje ha sido interior. En la tranquilidad de mi descanso, en la ociosidad de las horas muertas, las sensaciones que se asomaban a mi consciencia han terminado por poseerla. Y poco a poco la elaborada química que nos hace creer que somos los hijos de un Dios ha ido fluyendo por mi sangre, desgranando un arcoiris emotivo. Y mi corazón ha latido más rápido que nunca, a veces afligido, a veces emocionado. Y luego ha reducido su paso hasta un suave trote, y me he quedado en paz. Y mis sentimientos han dado un vuelco, y se han mezclado, y se han reordenado en un nuevo estado de equilibrio interior.
Y me siento distinto.
Besitos.
1 Comentarios:
El 8/18/2006 9:37 a. m., se hizo el silencio, y Espíritu profirió…
Me alegro por ti. A veces lo más preciado está muy cerca nuestra. Yo, por mi parte, estuve dando tumbos de aquí para allá -en algún momento casi nos cruzamos- y lo pasé bien, aunque quizás ya sea hora de reencontrarme con mi país interior. Que al parecer, el muy condenado, me lo pone cada día más difícil. Despedida y cierre.
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